Si buscas ideas para redistribuir y separar espacios abiertos estás en el lugar adecuado, porque hoy te traemos una maravillosa opción. Los paneles japoneses están entre las últimas tendencias de decoración y además son especialmente útiles.

¿Habías oído hablar de los paneles japoneses?

Estos grandes desconocidos llegados de la cultura oriental están aquí para quedarse, y es que son una perfecta alternativa tanto para cortinas y estores, en ventanas y puertas, como para separar ambientes, aportando un carácter sutil y elegante.
Los paneles japoneses, como su nombre bien indica, son unos paneles verticales que se colocan colgando de unos rieles paralelos, permitiendo así deslizarlos para colocarlos en diferentes posiciones y regular el paso de luz.
Aunque originalmente estaban elaborados a partir de papel de arroz, ahora los puedes encontrar en multitud de materiales, desde fibras sintéticas y PVC, hasta tejidos de algodón y estructuras de madera. Puedes jugar con la elección de los materiales, no solo para escoger diferentes texturas y diseños, sino también distintos grados de opacidad.

¿Por qué escoger paneles japoneses como divisores de ambientes?

Instalar paneles japoneses como separadores de espacios tiene múltiples puntos positivos, y es que se trata de estructuras muy sencillas de colocar y también bastante económicas, sobre todo si lo comparamos con una separación de obra, como por ejemplo una pared de pladur. Gracias a su sistema de rieles paralelos, se convierten en un recurso especialmente cómodo de utilizar, dándonos la posibilidad de correrlos sin ninguna clase de esfuerzo, para mantener los espacios abiertos o cerrados en función de las necesidades del momento.
Por otra parte, se trata de un sistema que no obstruye el paso de la luz, permitiendo que zonas que, quizás, de otra forma podrían quedar privadas de la luz natural al cerrarlas permanezcan igualmente iluminadas. Además, tampoco impide el paso ni al calor de la calefacción en invierno, ni al aire frío y la ventilación del aire acondicionado en verano, manteniendo una temperatura uniforme. Para bien o para mal, tampoco nos aísla del sonido, dando la posibilidad de tener, sin esfuerzo, un hilo musical en todo el espacio o de mantener conversaciones desde las distintas estancias.

Como ves, hemos destacado múltiples características positivas que nos hacen amar los paneles japoneses, pero si debemos destacar una sobre todas las demás, esa sería el encanto y personalidad que le confieren a un espacio.

Escribir un comentario